Los antojos son deseos apremiantes y pasajeros (habitualmente caprichosos) que nos asaltan de repente. Los médicos no saben exactamente por qué las embarazadas sienten la necesidad de una comida específica.
Algunas investigaciones han demostrado que en el embarazo surgen estos anhelos por los cambios hormonales. Estas fluctuaciones afectan el sentido del olfato, el gusto y el apetito, provocando un deseo de sabores, texturas y combinaciones (a veces, extrañas).
Aunque las hormonas del embarazo pueden indicar lo que el cuerpo necesita para estar bien (por ejemplo, calcio), los antojos tienden a favorecer la elección de alimentos poco saludables.
Por este motivo, otros estudios han concluido que se trata de algo psicológico. El embarazo se convierte en una excusa para permitirse cosas que normalmente no se harían.
El embarazo puede verse como un momento en el que engordar no se juzga con dureza. Las mujeres pueden sentirse más libres a la hora de comer aquello que les apetece (‘alimentos prohibidos’, como el chocolate) sin miedo a la culpabilidad o ser criticadas.
El proceso de mantener una nueva vida puede aumentar también las necesidades energéticas del cuerpo de una embarazada. Durante el segundo y tercer trimestre, por ejemplo, se necesitan unas 300 kcal adicionales por día, según la Asociación Americana del Embarazo. Una mayor ingesta de calorías incrementará el flujo sanguíneo y ayudará al desarrollo fetal.
Los antojos en el embarazo son tan reales como las náuseas. De hecho, un estudio publicado en Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. ha descubierto que estos deseos nada tienen que ver con los vómitos, pero evitar ciertos alimentos probablemente sí.
Es muy común tener predilección por ciertos alimentos o ganas de comer cosas que antes no gustaban. La Universidad de Albany encontró que entre el 50 al 90% de las mujeres en EE. UU tienen algún tipo de antojo por la comida durante la gestación. Camas articuladas
Para la mayoría de embarazas, los antojos comienzan en el primer trimestre, alcanzan su punto máximo durante el segundo trimestre y disminuyen en el tercero.
Los médicos creen que pocos antojos continúan después del parto, por lo que se puede estar tranquila que no se seguirá comiendo cosas extrañas para siempre.
En realidad, muchas mujeres tienen un deseo por uno o dos días, otro capricho por uno o dos días diferentes, y así sucesivamente.
La mayoría de los antojos del embarazo son personales, inofensivos e, incluso, divertidos. A continuación, repasamos los nueve más comunes en el embarazo:
La Universidad de Ulster encontró que los antojos contribuyen a un pequeño aumento en la ingesta de energía, pero no se asocian con un aumento de peso gestacional excesivo.
De esta manera, ceder ocasionalmente a algunos deseos (ricos en sal, grasas, azúcar y carbohidratos) no es un problema, si duran poco.
No obstante, hay que tener en cuenta que, una dieta constante de alimentos poco saludables puede provocar un aumento de peso excesivo, diabetes gestacional u otros problemas que pueden durar más allá del nacimiento de su bebé.
La forma más fácil de evitar la comida basura es no tenerla en casa. Siéntete libre de disfrutar de un helado, pero siempre con moderación. Eso sí, intenta mantenerte activa y comer cada pocas horas para estabilizar los niveles de glucosa en sangre. Si controlas tu ingesta y cuidas tu cuerpo, puedes estar segura de que tú y tu bebé aprovecharéis al máximo todos los nutrientes.
Por qué se producen los antojos en el embarazo
Los antojos son deseos apremiantes y pasajeros (habitualmente caprichosos) que nos asaltan de repente. Los médicos no saben exactamente por qué las embaraz
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2024-10-15
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