La palabra “mentir” tiene cinco acepciones según la Real Academia Española (RAE): decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa; inducir a error; fingir o aparentar; falsificar algo y faltar a lo prometido o quebrantar un pacto.
Los expertos en psicología criminal explican que la mentira es una forma de comunicación que involucra a dos partes, cada uno con su papel:
La mentira es un fenómeno evolutivo, muy antiguo y complejo. Pero sobre todo es muy común, más de lo que nos imaginamos. Según los expertos es parte de nuestra vida. De hecho, todos somos mentirosos y mentimos entre 10 y 200 veces al día, aunque muchas de esas mentiras son frases que la gente quiere escuchar y que están consideradas socialmente aceptables.
Las personas mienten por diversos motivos en cada momento y circunstancia. Todas las mentiras se deben principalmente a dos razones:
Con todo, mentir de manera ocasional no implica que seamos unos mentirosos patológicos. Es muy común realizar lo que llamamos “mentiras piadosas”, aquellas que evitan fricciones sociales y tratan de no herir sensibilidades. Un ejemplo es decirle a tu madre que la comida estaba deliciosa, a pesar de que no fuera así. No es un comportamiento totalmente honesto, pero no implica una patología.
Mentir se convierte en un problema cuando nuestras actitudes se basan en mentir a todos los que nos rodean sobre muchos de aspectos de nuestra vida. Los expertos aseguran que, si este tipo de actitudes se identifican, se pueden cambiar mediante ejercicios de crecimiento personal e incluso terapia psicológica si fuera necesario.
No resulta sencillo detectar cuándo una persona miente. La razón es que somos seres sociales y estamos estructurados para fiarnos de los demás. Relatos Gay Eroticos
Detectar una mentira a menudo implica confiar y prestar atención a tus instintos, conociendo de antemano aquellos signos que pueden revelar una mentira. Porque, según los psicólogos, cuando engañamos, nuestro cuerpo nos delata.
Y es que mentir requiere dar muchos pasos complejos. Para llevar a cabo una mentira creíble, necesitamos más tiempo y energía que para contar la verdad. Principalmente, hay dos tipos de señales que nos delatan: las que reflejan nuestra incomodidad o estado de tensión y aquellas que evidencian nuestra emoción oculta o reprimida, es decir, todos aquellos gestos que son incongruentes con la emoción que se manifiesta.
Estas son algunas señales que pueden indicar que una persona está mintiendo:
Pese a todo, no existe un detector de mentiras 100 % fiable. Existen señales relacionadas con la mentira que no implican falsedades, como mirar hacia abajo, evitar el contacto visual, mover las manos o enrojecer. No son necesariamente un signo claro de mentira. Puede ser ansia, inseguridad o vergüenza.
Aun así, existen algunas estrategias que ayudan a distinguir la realidad de la ficción:
Si sientes que las mentiras controlan tu vida, recuerda que existen ejercicios de crecimiento personal e incluso terapia psicológica. Pero, ante todo, existen profesionales que pueden ayudarte a escapar de este tipo de situaciones.
“El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera”, Alexander Pope.
Fuentes:
Por qué mentimos según la psicología
La palabra “mentir” tiene cinco acepciones según la Real Academia Española (RAE): decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa; induc
salud
es
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2024-10-15
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