Aunque es difícil de percibir, los huesos son una parte viviente de nuestro organismo y, como tal, necesitan de nutrientes y cuidados para vivir y regenerarse sanamente. Pese a su importancia, es recién pasada las cuatro décadas de vida, cuando frente a dolorosas y repetitivas fracturas y a un inapelable diagnóstico de osteoporosis, comenzamos a percatarnos de la verdadera amenaza que implica no haberlos cuidado a tiempo.
La osteoporosis es una enfermedad crónica y silenciosa caracterizada por el deterioro del hueso y un grave aumento del riesgo de fracturas ante traumas mínimos o incluso sin motivo aparente. Los factores que inciden en su desarrollo abarcan aspectos genéticos, nutricionales y hormonales, así como también hábitos de vida como el sedentarismo, la falta de ejercicio, el exceso de tabaco y el alcohol.
Aunque puede afectar también a los hombres, el grupo de mayor riesgo lo constituyen mujeres post menopáusicas mayores de 50 años, etapa de la vida en que se produce la pérdida más importante de calcio en el organismo. Las causas se encuentran en los genes, y contrariamente a lo que se piensa, no tiene relación con el embarazo; de hecho, la sabiduría de nuestro organismo permite que toda la masa ósea que la mujer pierde durante la gestación la recupere durante la lactancia.
De acuerdo al Dr. Héctor Gajardo, endocrinólogo del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile, Inta, y Presidente de la Sociedad Chilena de Ostiología y Metabolismo Mineral, “a diferencia de los hombres, que sólo sufren un leve declinar en sus niveles de calcio pasados los 60 años, la máxima de calcio que es posible almacenar en los huesos será siempre menor en las mujeres y después de la menopausia su pérdida será mayor. Las causas son genéticas y no tienen que ver con el embarazo o la lactancia como frecuentemente se piensa. Durante esos periodos hay una muy leve disminución del contenido de calcio en los huesos, pero este tiende a recuperarse rápidamente una vez finalizados. Tampoco las mujeres con más hijos son más proclives a la osteoporosis”.
Pese a que hoy día es posible realizar un diagnóstico precoz de la enfermedad con un examen de densitometría ósea, la falta de acceso a este examen y la escasa atención de las personas a una prevención temprana dan como resultado que sean las mismas fracturas la forma más común para determinarla. Éstas comienzan inesperadamente y pueden ocurrir en cualquier hueso del esqueleto, siendo las más frecuentes las que afectan a la columna dorsal, las muñecas, costillas, húmero y caderas, involucrando, junto al fuerte dolor físico, una paulatina pérdida de la calidad de vida y la autoestima de la mujer. Recetas faciles y rápidas
LA SOLUCIÓN: MÁS CALCIO
A la osteoporosis es más fácil prevenirla que tratarla, por lo que una temprana prevención resulta de vital importancia. Junto a una vida sana y el ejercicio constante para estimular la producción de hueso se recomienda ingerir suficiente calcio en todas las etapas de la vida, a través del consumo de productos lácteos, verduras de hojas verdes, pescados como el salmón y la sardina y los alimentos fortificados con esta sustancia.
El consumo de calcio recomendado varía según la edad y la etapa del desarrollo en la que se encuentre cada persona. En términos generales, se recomiendan 1200 mg diarios tanto para adolescentes como para mujeres embarazadas, y alrededor de 1000 mg diarios en la vida adulta. Sin embargo, diversos estudios realizados en nuestro país revelan que los niveles de consumo de calcio en la población son muy inferiores a estas recomendaciones. La situación se torna dramática entre los mayores de 65 años, segmento en el cual la ingesta de calcio promedio en las mujeres no supera los 235 mg diarios, cantidad muy inferior a los 1500 mg que se les recomiendan en la actualidad. Sólo en la ingesta de leche se evidencia ya esta carencia: mientras en países como Argentina o Uruguay el consumo de leche anual bordea los 240 litros per cápita, en Chile las cifras no superan los 127 litros, preocupante estadística frente a los 216 litros de leche que la FAO recomienda como mínimo consumo anual.
En este contexto, resulta fácil deducir que la mayoría de la población de mujeres post-menopáusicas posee un balance de calcio de características negativas. La situación reviste un interés mayor si consideramos que Chile se encuentra en un proceso de inversión de la pirámide poblacional, por lo que junto al aumento progresivo de la población de edad mayor aumenta también la prevalencia de la osteoporosis, de las fracturas, de la morbi-mortalidad asociada a ellas y de los costos sociales y económicos subsecuentes.
masembarazo.com
Osteoporosis femenina
Aunque es difícil de percibir, los huesos son una parte viviente de nuestro organismo y, como tal, necesitan de nutrientes y cuidados para vivir y regenerarse
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2024-11-22
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