Los expertos alertan: estar sentados es el nuevo riesgo para la salud y éste es el sencillo truco para remediarlo
En la era del trabajo remoto y la conectividad constante, permanecemos sentados durante la mayor parte de nuestra jornada. Las extensas horas frente a pantallas, los desplazamientos en vehículo y las actividades de ocio digital han hecho que las sillas se conviertan en nuestras inseparables acompañantes.
Una amenaza oculta para nuestro bienestar
Los especialistas alertan que esta aparente tranquilidad representa una amenaza silenciosa que perjudica nuestro sistema metabólico, cardiovascular e incluso nuestras funciones cerebrales. Lo más alentador es que la respuesta no exige esfuerzos extraordinarios.
Pequeños intervalos de actividad física distribuidos durante el día pueden contrarrestar los efectos negativos de la inactividad prolongada.
Recomendaciones de las autoridades sanitarias
Diferentes instituciones de salud pública, incluyendo la Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria, Ambiental y Laboral (ANSES), están impulsando una estrategia simple pero eficaz: realizar paseos cortos de 3 a 5 minutos después de cada 30 minutos de permanecer sentado.
Como indica PhilaPlace.org, esta práctica genera beneficios inmediatos en el control de la glucosa sanguínea y optimiza la utilización de insulina por el organismo.
Movimiento efectivo, no solo cambio de postura
Los profesionales destacan que no es suficiente con levantarse momentáneamente. Es fundamental activar la musculatura y aumentar ligeramente el ritmo cardíaco. Desplazarse por el corredor, ascender algunos escalones o realizar un breve recorrido alrededor de la cuadra son acciones suficientes para disminuir el cansancio, potenciar la concentración y prevenir la típica disminución energética de media tarde.
Consecuencias de la inmovilidad prolongada
- Incremento en la probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2
- Mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares
- Problemas articulares y respiratorios
Beneficios neurológicos del movimiento regular
La actividad física frecuente estimula la capacidad de atención, agiliza los reflejos y optimiza el estado emocional. Según Irene Margaritis, especialista de ANSES, «nuestro organismo está concebido para la actividad».
Además, destaca que «incluso gestos motores simples, realizados de manera constante, nos resguardan frente a importantes peligros sanitarios de la contemporaneidad».
Finalmente, añade que «el desafío no reside en conocer las acciones necesarias, sino en integrar esta rutina en nuestra cultura, espacios laborales y viviendas».
Un cambio que trasciende lo individual
Este reto supera el ámbito personal para convertirse en una transformación cultural. En numerosos contextos profesionales y educativos, las pausas activas todavía se consideran una interrupción improductiva. Sin embargo, los expertos aconsejan implementar reuniones itinerantes, descansos planificados para ejercicios de elongación o transiciones con movimiento entre actividades.
Estas prácticas no solo favorecen la condición física, sino que también promueven la inventiva y el desempeño intelectual. Para los más jóvenes, la directiva se modifica: ANSES propone 3 minutos de juego activo cada treinta minutos. Esta costumbre ayuda a evitar el sobrepeso en la infancia y fortalece la relación innata entre actividad y calidad de vida.
Complemento al ejercicio convencional
En conclusión, la comunidad científica transmite un mensaje unánime: interrumpir la sedentaridad con estas técnicas no reemplaza la práctica deportiva habitual, pero sí la complementa. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), debemos conservar como mínimo 150 minutos semanales de actividad moderada, combinados con estas micropausas activas diarias.

Créditos de la imagen https://okdiario.com/salud/expertos-alertan-estar-sentados-nuevo-riesgo-salud-este-sencillo-truco-remediarlo-15636976